¡Hola Au Pairs!
Sí, lo sé.
¿Quién ha jugado a mamás y papás cuando era pequeña? Todas seguramente.
Un juego que daba “mucho juego”, valga la redundancia.
Entonces te toca jugar cuando eres Au Pair y todo se complica.
Los primeros días es emocionante y literalmente lo das todo. Te trae muchos recuerdos y no dudas en darles ideas.
Primer error.
No des demasiadas ideas.
El caso es que jugáis un día y otro y otro y de pronto parece que no hay nada más a qué jugar y llega un momento en que ya no sabes si vives en la realidad o en el juego y te das cuenta…
¡Has caído en la trampa cual Au Pair pardilla!
Que prácticamente somos todas jajaja y yo la primera.
Y así es como descubres que jugar a mamás y papás siendo Au Pair no es tan sencillo.
Las reglas del juego
Como cualquier buen juego que se precie, mamás y papás también tiene reglas.
No esperéis que los niños os las expliquen, por supuesto. Bastante tienen ellos con decidir quién es quién.
Las iréis aprendiendo poco a poco.
Aquí tenéis las 11 reglas básicas:
¿Algún ejemplo? Eóghan, Aisling, Eithne, Saoirse, Aoife…
¿Vais viendo quién manda en el juego verdad?
Una pista: no sois vosotras jajaja
Como si llevaras toda tu vida deseando volver a jugar a mamás y papás, pues así.
Consejos útiles para sobrevivir al juego
¿Todavía seguís pensando que jugar a mamás y papás no es para tanto?
Por si acaso os dejo unos sabios consejos.
Sin duda, que os lo paséis mejor o peor dependerá de vuestra paciencia e imaginación para dejaros llevar.
Aquí voy a lo que hablaba antes de las ideas.
Cuando solo juegas a lo mismo día sí y día también tienes 2 opciones:
- O desarrollas una capacidad de abstracción sublime para que parezca que estás cuando no estás.
- O te decides a formar parte del juego con todo.
Normalmente es la segunda opción.
Y entonces empiezas a dar ideas para que sea un poco más divertido.
¡Ojo con esas ideas!
Que puede hacer que se motiven más de la cuenta y todo lo de la cocina acabe en el salón o la mayor poniéndose el velo de su madre para celebrar una boda por todo lo alto, como fue mi caso.
Sorcha con el velo real de la boda de su madre y una sábana blanca de vestido.
Aideen y yo con nuestras mejores galas, incluyendo tacones.
Y Odhran sujetando por detrás el velo en modo extra formal.
Hubo banquete con toda la cubertería y vajilla en el salón y baile en la entrada con el protocolario vals y las canciones más modernas sonando a tope por mi móvil.
Estos días de mamás y papás molan.
Luego están aquellos en los que todo gira en torno a la hermana que viene a verte de EEUU y le tienes que servir un té mientras los niños juegan y solo te dedicas a decir Oh, yeah, yeah, of course, yeah, me too… y a mirar el reloj a todas horas.
Lo entenderéis con la norma 9 del juego.
¿Mis consejos?
- Intentad decidir al menos algún nombre y poned cosas fáciles tipo María, Rose, Elisabeth, Lara…
- No dejéis que ninguno de los niños sea la mascota o estaréis más de 1 hora con alguien lamiéndoos la mano.
- De vez en cuando llevad un poco la contraria para divertiros y ver como acaban cediendo mientras dicen Okkkk… y os miran con esa cara de: “Lo que hay que aguantar”.
- Negaros a que alguien sea un bebé que no sabe andar (especialmente cuando quien quiere serlo tiene más de 6 años y no hay quien le coja). En caso contrario, ya podéis ir haciendo pesas.
- Como última alternativa proponedles algo para comer y tardad más de la cuenta hasta que se aburran.
- También podéis hacer como que vais al cine y con la peli se les olvida a qué jugaban.
Y mucho cuidado a la hora de elegir los personajes porque suele haber bronca entre hermanos fijo.
En el peor de los casos acabaréis con 2 madres y sus correspondientes bebés con sus nombres raros, así que poned paz cuanto antes.
Y ante todo, disfrutadlo y echaros unas risas.
Al final ves que solo quieren jugar a eso porque tener a alguien mayor que juegue con ellos es genial y si encima les da ideas, mucho mejor.
Eso sí, buscar otras alternativas de juego a mamás y papás tampoco está nada mal.