Buscando familia Au Pair: ¡a la tercera va la vencida!

Así fue, desde que decidí que quería trabajar como Au Pair una temporada hasta que finalmente se hizo realidad pasaron casi 3 años con 3 familias casi decididas

¿Qué ocurrió?

Ahí va mi experiencia en la búsqueda de familia Au Pair y cómo pasé de ser la más selectiva buscando familia, acabar mandando muchísimos mensajes al día y finalmente, teniendo mucha suerte.

Au Pair para verano

La primera vez que me planteé la idea de ser Au Pair era solo para verano. Había oído hablar de lo que hacían las Au Pairs y cómo era una experiencia alucinante. Podías aprender el idioma y conocer otro país y a muchísima gente.

Pero claro, yo estaba estudiando en la Universidad el 2º año de carrera y por el momento y todo lo bonito que parecía, no entraba en mis planes.

Entonces me confirmaron que me iría de Erasmus 9 meses a Bruselas y la cosa cambió…

Erasmus en Bruselas

¿Qué lo hizo cambiar?

Pues que iba a estudiar en una Universidad francesa y yo de francés me acordaba del instituto de decir “Salut”, “Monsieur”, “Comment allez vous?” y poco más.

Lo que tiene no practicar nada de un idioma durante más de 3 años…

Podía haber pedido plaza en la Universidad de habla inglesa, pero el francés se me había cruzado y estaba empeñada en aprenderlo. Más tarde veréis que lo de Au Pair también se me cruzó y no paré hasta conseguirlo.

Al fin y al cabo, cuando ponemos todo de nuestra parte para conseguir algo y nos esforzamos al máximo las cosas salen como esperábamos. Y si no, quizá todavía no es el momento de que ocurran.

Y esto fue lo que pasó.

Pensé que la mejor opción para mejorar el francés antes de ir al Erasmus era pasar todo el verano en Francia o Bélgica. ¡Y fui a por ello!

1er INTENTO buscando familia Au Pair

Me cree una cuenta de perfil en AuPairWorld y empecé a mandar solicitudes. Primero de forma selectivo pero luego, viendo que nadie respondía, con mensajes a todas las familias existentes.

Claro, teniendo en cuenta que por aquel entonces no tenía ninguna experiencia con niños y que solo quería ir para 2 meses… difícil.

Ahora lo pienso y lo entiendo, pero por aquel entonces mi cabeza me decía: ¡si yo sé que soy de fiar, cómo no se van a fiar las familias!

Así pasé casi 2 meses hasta que de pronto alguien me contestó. Era una mamá que vivía en Suiza con su hijo y necesitaba una Au Pair para los meses de verano.

Nos mandábamos mensajes a través de la web y ya habíamos establecido cuando iría y otras condiciones. Todo era ideal. La zona, la casa, la familia.

Tan perfecto como el agua de esta foto (en Suiza por supuesto).

Lago en Suiza

Pero de pronto, desapareció del mapa.

Un día fui a ver si me había escrito un mensaje y su perfil ya no existía.

Saqué mi faceta más detectivesca y me puse a investigar. Por el nombre encontré su perfil en Facebook y le escribí pero no hubo respuesta.

Finalmente vi que con esta familia ya no tenía sentido y ya era casi mayo, ¿muy tarde para buscar otra? Yo creo que más bien me daba pereza, visto lo visto y lo mal que me había salido hacerme tantas ilusiones.

Lo dejé pasar…

Fin del primer intento.

2º INTENTO buscando familia Au Pair

No volví a pensar en irme de Au Pair hasta que casi había acabado la carrera. Y entonces sí que sí me dije que era mi oportunidad antes de empezar a trabajar en lo que había estudiado.

Mi idea también había cambiado y en vez de ir sólo 2 meses en verano estaba decidida a pasar allí todo el curso escolar.

De nuevo, volví a crear un perfil Au Pair pero algo había cambiado.

Ya tenía el Título de Monitora de Ocio y Tiempo Libre y la experiencia que había adquirido durante las prácticas.

¡Estaba más preparada!

Volví a mandar mensajes de forma selectiva eligiendo a las familias que más me gustaban por sus imágenes. Lo sé, muy subjetivo todo. Pero tranquilas, que como muy pocas me iban contestando amplié el abanico.

Volví a mandar mensajes de forma selectiva eligiendo a las familias que más me gustaban por sus imágenes. Lo sé, muy subjetivo todo. Pero tranquilas, que como muy pocas me iban contestando amplié el abanico.

Finalmente me escribió una mamá encantadora. La familia estaba compuesta por los papás, 3 hijos y un perro. Ya habían tenido Au Pairs antes y conocían el proceso.

De hecho, fueron los primeros en decirme que hiciéramos Skype lo antes posible. Me enseñaron la casa, mi habitación, el exterior e incluso hablé con los niños.

Solo había un inconveniente: ¡tenía que conducir!

Conducir como Au Pair en Irlanda

En un principio la idea no me convencía mucho, pero pensándolo bien me lancé a la aventura. Al final sería una experiencia Au Pair más.

Y así fue como pensé que ya tenía todo concretado…

A los pocos días la madre me escribió muy triste y pidiendo disculpas, pero habían hablado con la aseguradora para el coche y al yo tener menos de 25 años les cobraban muchísimo dinero.

No les salía a cuenta. Lo entendí perfectamente. Y nada, mediados de agosto y volvía a estar sin familia.

¡Y eso que quería irme en septiembre!

3er INTENTO buscando familia Au Pair

Y al fin llegó la familia Au Pair definitiva, en el momento menos pensado.

De eso que estás en el sofá un viernes noche despidiendo a tus tíos que han ido a cenar y te llega un mensaje y lo miras por encima y dices: ¡anda, mira!

Y entonces contestas sin pensar demasiado ni preguntarte si será la familia perfecta para ti y ellos te contestan enseguida y todo va tan rápido que cuando te quieres dar cuenta estáis haciendo Skype y 15 días después estás en un autobús llegando a Dungarvan.

Menos mal que no lo pensé demasiado, porque sus fotos no eran las mejores o la información que daban la que tenía más detalles.

Pero resultó que todos eran y son geniales.

Ya sabéis, dejarse llevar.

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