Una experiencia inolvidable

Ser Au Pair es un trabajo, pero también una aventura y sobre todo, una experiencia inolvidable.

Yo me decidí por cuidar a 3 niños con edades entre 4 y 8 años en un pueblecito a orillas del mar.

Imaginaros lo que es para una chica de Burgos vivir a 1 min de la playa, aunque lo que viene siendo el agua lo toqué 5 veces en 10 meses.

Welcome to Ireland!

Pero bueno, yo feliz.

En mi familia, la madre era enfermera con horario flexible y el padre vivía y trabajaba en otra ciudad, por lo que teníamos de todo menos rutina.

Aunque a mí me vino muy bien para tener días entre semana libres y poder estudiar el Máster a distancia que empecé a hacer nada más llegar allí.

Si quieres saber cómo se puede compaginar ser Au Pair con estudiar un máster, haz click aquí

¿Qué hacía los días que sí trabajaba?

Levantarles, darles el desayuno, vestirles y llevarles al cole, recogerles, prepararles la comida o la cena, hacer deberes y…

…jugar, jugar, jugar y más jugar.

Sí, he jugado a mis juegos favoritos, a los suyos, me he inventado muchos, he recuperado juegos de la infancia y he improvisado en cantidades inimaginables.

No te das cuenta de todo lo que da tiempo a jugar en un día hasta que estás con niños.

Y de que si fuera por ellos, el juego nunca tiene fin y la comida de la realidad se convierte también en la comida del juego y salir al parque en una excursión a un mundo secreto.

Al final no sabes si estás haciendo de Au Pair, de padre de familia, de la hija pequeña o del vecino que va a verles.

¿Quieres saber cómo era mi rutina Au Pair con los niños? Haz click aquí 🙂 

Y aquí viene la duda, ¿solo juegas cuando trabajas?

No.

Obviamente, vives con ellos en la misma casa las 24 horas todos los días y lo bien que se lo pasan contigo hace que el 99% de las veces que estáis en el mismo lugar quieran jugar.

De hecho, cuando llega ese 1% en el que no te piden jugar a algo te preocupas pensando qué puede llegar a ser más divertido que jugar contigo.

Ser Au Pair en Irlanda tiene sus días malos, pero también sus días buenos y los días muy buenos.

  • Descubres un país alucinante
  • Tienes tiempo para viajar, salir de fiesta y probar todas las variedades de cerveza y sidra posibles
  • Conoces a otras Au Pair que se convertirán en amigas para toda la vida y que allí serán tu máximo apoyo.

Y por supuesto, a irlandeses que te harán adentrarte en su cultura y vivir en primera persona lo encantadores y divertidos que son (y un poco locos a veces).

Experiencia inolvidable en Cliffs oh Moher

Ser Au Pair es algo único.

Me he reído, mucho.

Con los niños y de mí misma, por vernos con nuestras mejores galas y tacones por casa simulando la boda del año o yendo a la casa del vecino para celebrar el bautizo de sus gatos.

¿Mi mayor desafío?

Tener que subir en un carrito a 2 niños, una bicicleta, un patinete y 3 mochilas.

He sido Au Pair, pero también mamá, profesora, enfermera, amiga y confidente.

¿Mi recuerdo favorito?

Cuando estaba en la cocina y el pequeño, que estaba en la calle jugando, me llamó a voz en grito. Salgo a la puerta y me grita desde la distancia:

Sonia, I love you!

Y sigue jugando todo contento.

Y tú sin darte cuenta les has cogido tanto cariño y ellos a ti más.

Solo puedes quererles muchísimo y disfrutar de una experiencia inolvidable como Au Pair en Irlanda, que para cada una es diferente y única.

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